CUIDADOS

Hay que vigilar de forma regular su salud, sobre todo durante los primeros meses de vida, ya que son propensos a contraer enfermedades como el moquillo, también hay que alimentarlos bien para que luego tengan una contextura física robusta. Es una raza que necesita practicar ejercicio de modo continuo. Las salidas al campo, playa o montaña son necesarias y deberá correr a su antojo al menos dos veces al mes. Así, su fuerte musculatura se mantendrá en forma y reducirá la posibilidad de padecer atrofiamientos muy comunes en ejemplares inactivos, como puede ser la displasia de cadera. Esto también contribuye a preservar su equilibrio psíquico, ya que es una raza especialmente predispuesta a padecer trastornos temperamentales que en casos extremos degeneran en neurosis. Se debe tener precaución con la sobrealimentación, posee un apetito voraz; además, debe tener una dieta equilibrada a base de alimento seco especial para perros, ya que puede padecer problemas gástricos, que mal tratados, degeneran en diarrea crónica. Es recomendable acudir al veterinario una vez cada dos meses para un chequeo general. El cepillado diario de su pelaje es indispensable para que lo conserve brillante y hermoso.
Una educación muy cuidadosa es necesaria. El organismo que regula a esta raza es el Verein für Deutsche Schäferhunde e.V. (SV) con sede en Augsburgo, Alemania.

Limpieza generalizada del perro

No se recomienda bañarlo a los primeros meses de vida, se prefiere a los 3 meses de vida realizar su primer baño, y en un lugar cálido y donde el perro no tenga problemas al caerse o patinarse.